Hace unos meses Garazi me explicó que soy un enfermo crónico, que el cáncer no se cura, siempre puede haber una recidiva, puede volver. Al menos el mío, el linfoma de manto, aunque creo que es extensivo a muchos si no son todos. La verdad, no me hizo mucha gracia y ya me barrunté que por algo me salía con ese cuento.
Me dejó pensativo, mas tarde en otra consulta me confió que había señales de que el bicho andaba por ahí, incordiando, y que aunque creía que era del tipo «durmiente» había que vigilarlo. Comenzamos a aumentar la frecuencia de las consultas, que era entonces de dos al año, y a hacer de nuevo TACs y análisis de sangre mas específicos.
Hace pocas semanas me dio el mazazo, estaba activo de nuevo y atacando. El bazo hinchado, analíticas que cantaban…había que recurrir a su nueva pócima de la que ya me había hablado maravillas en otras ocasiones. El Ibrutiniv, una pastilla al día en vez de las inmensas bolsas de distintas quimioterapias de hace años que ataca selectivamente «solo» a las células cancerosas. De matar las células cancerosas a patadas por todo el cuerpo a matarlas con una pastilla que sólo las ataca a ellas, me venía a explicar alborozada.
Creo que su precio anda por los 500 euros cada pastilla. ¡Wow!
También me pidió que no empezase de nuevo Quimioterapio, aunque le dije que en realidad nunca lo he cerrado. Me dice que es porque cuando se busca ella en san google le sale el primer resultado alguna entrada de este maldito blog y que no es plan, que con todos los títulos, estudios y trabajos científicos que tiene que lo que salga al buscarla a ella sea este blog.
Ya siento, le dije. Tampoco me lo explico, creo que su nombre completo, con apellido, apenas lo habré citado alguna vez. Debe ser el karma, por ser una niña traviesa en otra vida.
Pero cuando me dijo que había que empezar de nuevo me entró una depre unos días bastante severa. Además la pastillita me dejaba muy cansado, con dolor de garganta y rash en los brazos, unas petequias de sangre en la piel, pequeñas manchitas redondas en racimos.
En la primera consulta tras empezar a tomarlas, tras diez días con sus diez pastillas, se ha puesto contentísima, como una moto, bueno es como es ella. La cosa funciona, el rash era precisamente por la cantidad de células muertas cancerosas que acaban en la sangre ensuciándola, y en la analítica se observa el pico de aumento de restos de linfocitos muertos como si fuera la inflación con Pedro Sánchez.
Pero cuando le pregunté, ¡hay inocente de mí! que cuando duraba el tratamiento, a ver si era cosa de una par de cajas de pastillas, me ha dicho que esto es «para siempre».
Hay que joderse.
También me dice que las pastillas son como el matrimonio, que te tienes que acostumbrar a tu nueva pareja, y que cuando me vaya acostumbrando desaparecerán las molestias. Como metáfora no me parece muy afortunada, ya le he dicho. En el matrimonio suele ser al revés, que con el tiempo cada vez hay mas roces… y hasta divorcios.
En fin, ya veremos. Desde luego es un avance prodigioso no tener que estar ingresado en el hospital, en una habitación con gente desconocida al lado, con vías en cada brazo y bolsones de metrotexato colgando de un soporte que llevas arrastrando como Jesucristo la cruz, si es que puedes estar levantado. Ahora sigo haciendo mi vida normal excepto tragar un pastillón a la mañana de un medicamento que me dan en la farmacia del hospital, esto no lo dan en las farmacias de la calle, con un prospecto de dar miedo de contraindicaciones que hasta te dice que te laves las manos después de haber cogido la pastilla para tragarla con agua. Como si fuese salfumán puro oye. Está catalogado como medicamento peligroso.
Eso si, me exige que adelgace, estoy en 102 kilazos. Yo, que en toda mi vida he llegado a los 70, era una sílfide.
No somos nada. Bueno si, una nada pero con un montonazo de tocino en la cintura.
El caso es que activo estoy, esta tarde hasta he estado dándole marcha a la motoazada en la huerta un buen rato. Pero como no deje de comer…y eso me es mas difícil que dejar de fumar. No me atiborro, pero no quemo una puñetera caloría, no puedo hacer ejercicio fuerte, como hace falta, con esta epoc que me deja sin aire a la que subo cinco peldaños de escalera.
grrrrrr